Ayer me levanté con la triste noticia de otro atropello masivo, 10 muertos y 15 heridos es la cifra esta vez, claro está que, debido a la gravedad de los heridos, esta pueda aumentar. El turno ha sido para Canadá, el hecho ocurrió en una de las intersecciones más transitadas de Toronto, entre la Calle Yonge y la Avenida Finch.

Coincide este atroz acontecimiento con la cumbre de Ministros de Asuntos Exteriores del G7 que se está realizando en Toronto (Alemania, Canadá, EE. UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido), bajo el lema “Construyendo un mundo más pacífico”.

Del perpetrador del hecho se conoce su nombre y un poco más, Alex Minassian de 25 años ha sido arrestado después de haberse dado a la fuga. Algo que me llama mucho la atención es la forma como este hombre al ser enfrentado a un agente de la policía le pide que le dispare a la cabeza. Es de recalcar que, si su vida la tiene en poco, mucho remordimiento no tendrá por la tragedia que acababa de ocasionar. Son familias enteras las que destruye, los que se han ido y lo que seguirán sufriendo las secuelas tanto física como emocionalmente.

Canadá se destaca por no hablar más de lo debido y aunque digan que no es de seguridad nacional, y que aún no pueden hablar de terrorismo, estoy segura de que estarán moviendo cada piedra para llegar a la verdad.

Image Source: El País